Según la cuenta del médico hoy habría sido nuestro gran día. El tuyo por tu debut en el mundo, el mío por poder besarte, mirarte y acurrucarte por primera vez. Te habría bañado y vestido con tu primera muda. Te estaría mirando las manos y los pies durante horas. Seguro que estaría sacándote parecidos, comparándote con tu hermano y con miedo, ese miedo tan bonito de cuando sostienes por primera vez a tu bebé en brazos. Seguro que estaría dolorida y cansada. Pero todo contigo. No ha podido ser para ninguno de los dos. Pero al mismo tiempo sé que será para siempre. Porque tú formaste parte de este mundo, de mi mundo, y yo siempre te tendré en cuenta, siempre formarás parte de mí y de mi corazón.
Hoy habrías nacido, hijo mío. Caminamos juntos poco tiempo, algo más de tres meses, pero ya te quería con locura. Y eso que me diste la lata, ¿eh? Náuseas, vomitos, sueño, visitas al baño cada cinco minutos… Cuánto me arrepiento de cada vez que me agobié por encontrarme ‘enferma’ cuando en realidad estaba embarazada, embarazada de ti, de mi niño o de mi niña. No sé si es que no supe cuidarte, o simplemente que el destino no quería que nos llegáramos a poner cara. Lo que sí sé es que te quiero, que te empecé a querer desde que supe que estabas ahí aunque apenas midieras unos milímetros y que te querré siempre. Para el resto del mundo serías un embrión pero para mí eras mi bebé, mi locura y mi ilusión.
Muchos fueron los que, con ganas de animarme, me dijeron los típicos “mejor ahora”, “la naturaleza es sabia” o el famoso “si no estaba de Dios…”. Hoy todas esas personas, la que hubieran sido tu familia y tus amigos, estarían celebrando tu nacimiento. Pero el tiempo pasa. Todos siguen con su rutina, y lógicamente nadie se acordará de que hoy hubiera sido ese día. Pero yo sí, a mí no se me olvida. Tu mamá nunca se olvidará de ti.
Y no, no es cuestión de convertirme en mi propio enemigo ni de hacer leña del árbol caído ni de hurgar en mis heridas, es cuestión de un amor tan grande, de una pena tan profunda, que no se puede explicar, aunque esté intentando hacerlo. Y sólo quien ha pasado por esto, lo sabe. Por eso, ante una pérdida así, ante cualquier mujer que tiene que vivir con ese hijo que no llegó a nacer, cualquier palabra está vacía y carece de sentido. Esto es algo con lo que se aprende a vivir pero que nunca se supera.
Que me llamen loca pero sigues siendo protagonista de mis pensamientos. A veces me conformo, otras me enfado, pero siempre estás ahí. Sólo quería cuidarte pero no pude. ¿Qué persona hubieras sido? ¿Cuál sería tu nombre? Hoy sólo sé que han pasado cinco meses desde que sé que ya no estabas, pero sí que estabas. Y estás, claro que estás.
No pretenden estas palabras ser motivo de nada, ni siquiera pretenden animar a otras mujeres en una situación similar. Sólo quiero abrirme, sacar fuera mis demonios. “No hay latido”, “embarazo molar”, aborto, beta, legrado… Joder, qué miedo pasé. Sin embargo hoy, con todo eso atrás, muy lejano para todos pero muy presente para mí, solo queda ese pellizco en el alma de ese abrazo que nunca podré darte. Obviamente, jamás podrás leer esto pero quiero que el mundo sepa que sigues siendo y serás siempre mi amor, mi pequeño amor.
¿Qué tipo de madre sería si no te siguiera queriendo? ¡Con la ilusión que pusimos para que vinieras a completarnos! Claro está, ahí quién iba a imaginar que sería todo lo contrario; que, sin quererlo, me dejarías incompleta para siempre.
Para ti,
Gema.
((Este post no tiene ninguna foto, quizás no sea el más bonito pero sí el más necesario)).
Bonitas palaras Gema…por desgracia muchas hemos vivido esta situación pero hay que aprender a sobrellevarlo como se puede..pronto pasara y tu vida se volvera a llenar de alegria aunque no lo olvidaras…creeme nunca se olvida.pero se sobrelleva y aprendes a vivir con ello.muchisima fuerza guapisima Y a luchar por ese gran principito que tienes …:-*
Un fortísimo abrazo, mil gracias a ti
Hola Gema! Te comprendo! una Madre nunca olvida a sus hijos, aunque no llegaras a verle su carita, ni sus manos, ni sus pies, estara ahi! es normal que te sientas incompleta,se fue, de forma asin tan inesperada, es bueno que hables y no lo dejes dentro, Gema era destino! Un Beso Un fuerte Abrazo Sobrina!!!
Gracias, de corazón
Cuanta razón hay en tus palabras, esos sentimientos no podrán entenderlos nunca nadie, solamente quién hemos pasado por ahí. Incluso sin ser buscado, una perdida es el mayor vacío que se queda en el alma y aunque nunca haya estado y ni llegará a estar en este mundo, esa personita es parte de nosotras y siempre será parte de nuestro corazón. Mucho ánimo que todo pasa!